Meta 4.2 – La primera infancia
Por lo que hace a la educación de la primera infancia, apenas un tercio de los países del mundo han dispuesto en sus leyes que haya por lo menos un año de enseñanza gratuita, el 21% un año de enseñanza obligatoria y el 17% un año de enseñanza gratuita y obligatoria.
Aun así, en 2015, el 69% de los niños que tenían un año menos de la edad de ingreso en la enseñanza primaria participó en un aprendizaje organizado, que es el primer indicador mundial de la meta 4.2. Los porcentajes regionales oscilaron entre el 95% en Europa y América del Norte y en América Latina y el Caribe y el 42% en el África subsahariana. En muchos países ha habido grandes aumentos de la matriculación desde el 2000 (Figura 9).
En 52 países de ingresos bajos y medianos, entre 2010 y 2015, apenas algo más de dos niños de tres a cuatro años de edad del quintilo más pobre de los hogares asistió a un programa de aprendizaje organizado por cada diez niños del quintilo más rico. En Serbia y Nigeria, la tasa de asistencia superó el 80% entre los niños de las familias más ricas y no sobrepasó el 10% de los de las familias más pobres.
La diferencia entre la tasa de asistencia rural y la urbana fue superior a 40 puntos porcentuales en Túnez y Turkmenistán; se alcanzó en cambio casi la paridad, o incluso hubo una ligera ventaja de los niños de las zonas rurales, en Bangladesh, Jamaica, México, Palestina, Santa Lucía, Santo Tomé y Príncipe y Tailandia.
Apenas un tercio de los países del mundo han dispuesto en sus leyes que haya por lo menos un año de educación de la primera infancia gratuita
Con el segundo indicador mundial se busca aprehender el desarrollo de la primera infancia, pero hay distintas opiniones acerca de lo que se debería medir con respecto a las dimensiones de salud, psicosocial y de aprendizaje. Según el Índice de Desarrollo del Niño en la Primera Infancia del UNICEF, que es la principal fuente de datos, se consideraba que menos de dos terceras partes de los niños de 36 a 59 meses de edad se desarrollaban normalmente en países como la República Democrática del Congo, Mauritania y Nepal. Se están haciendo esfuerzos considerables para perfeccionar la metodología de esta medición que se obtiene indirectamente.
Los entornos familiares ejercen una gran influencia en el desarrollo de la primera infancia. En casi la mitad de los países de los que tenemos datos, por lo menos una cuarta parte de los niños de 36 a 59 meses de edad vivía en hogares en los que las personas que los cuidaban no realizaban cuatro o más actividades para promover el aprendizaje y la preparación para la escuela, como leer o mirar libros con imágenes, cantar, contar o dibujar. Las familias más pobres era menos probable que llevasen a cabo esas actividades que las familias más ricas.
Mira el reporte del año anterior sobre el objetivo 4.2