La educación y los otros ODS
La educación es clave para obtener resultados en varios ODS, entre ellos los relativos a la salud, al agua y el saneamiento y a la seguridad alimentaria.
EDUCATION CAN HELP PREVENT NON-COMMUNICABLE DISEASES
En 2012, las enfermedades no contagiosas, es decir, el cáncer, la diabetes, las afecciones respiratorias crónicas y las enfermedades cardiovasculares, causaron el 68% de los fallecimientos que hubo en el mundo, casi tres cuartas partes de ellos en los países de ingresos bajos y medianos. La educación puede ayudar a que cambien los comportamientos para reducir la frecuencia de tales enfermedades.
En el mundo, el 86% los docentes de primaria han recibido una formación
El consumo de tabaco causó 6,4 millones de muertes en 2015. Las personas más instruidas es menos probable que consuman tabaco, tanto en los países pobres como en los ricos. En los países de ingresos medianos bajos, los hombres que carecían de una educación formal tenían entre 1,75 y 6,5 veces más probabilidades de fumar que aquellos que habían seguido por lo menos la enseñanza secundaria. En los Estados Unidos, quienes habían abandonado los estudios de bachillerato tenían tres veces más probabilidades de fumar que sus compañeros que habían obtenido el título.
Aparte de la educación formal, las campañas de los medios de comunicación de masas pueden ser eficaces para disuadir de fumar, si bien a menudo resultan más eficaces entre las poblaciones de condición socioeconómica superior, por lo que pueden aumentar la desigualdad en la prevalencia del hábito de fumar. Hay que concebirlas mejor para dirigirlas a las poblaciones vulnerables.
En el mundo, la prevalencia de la obesidad se multiplicó en más del doble entre 1980 y 2014. La relación entre los resultados escolares y la obesidad depende del grado de desarrollo económico de los países y de la prevalencia general de la obesidad. En los países de bajos ingresos con escasa prevalencia de la obesidad, las mujeres más instruidas es más probable que sean obesas, mientras que, en los países de ingreso altos, la enseñanza superior está vinculada a una probabilidad menor.
La educación que imparten los padres influye enormemente en la obesidad infantil, con efectos que asimismo dependen del grado de desarrollo económico. Los hijos de padres instruidos tenían más probabilidades de tener sobrepeso en Kenya, pero menos en el Brasil.
Promover una nutrición mejor en las escuelas ayuda a enseñar a seguir buenos hábitos a lo largo de la vida. En Seinäjoki (Finlandia), se atribuye a un programa que integra la salud en las políticas educativas el haber reducido la obesidad entre los niños de cinco años de edad del 17% al 10% entre 2009 y 2015.
La Organización Mundial de la salud previó un déficit mundial de 14,5 millones de trabajadores de atención de salud en 2030
LA EDUCACIÓN AYUDA A CREAR CAPACIDAD PARA EJECUTAR LAS ESTRATEGIAS RELATIVAS A LOS ODS
Se necesitan profesionales cualificados para alcanzar las metas del ODS 3, relativo a la mejora de la salud. La Organización Mundial de la salud calculó un déficit mundial de 17,4 millones de trabajadores de atención de salud en 2013 y previó que sería de 14,5 millones en 2030, con un empeoramiento de los déficits calculados en función de las necesidades en los países más pobres del África subsahariana. La elevada movilidad internacional de los doctores y el personal de enfermería africanos, asiáticos y caribeños hace que los países de bajos ingresos pierdan profesionales y afronten una grave carga financiera. Los países ricos deberían pagar la formación de los médicos que cuidan a sus poblaciones, con independencia de donde se hayan formado.
Las carencias institucionales y de la instrucción crean retos en el ámbito de la equidad: 26 países del África subsahariana tenían una facultad de medicina, o ninguna, en 2008. En los países, hay un acusado sesgo urbano, que deja insuficientemente atendidas a las poblaciones rurales. Para mejorar la capacidad, la planificación de los recursos humanos de los sistemas de salud debería estar vinculada mejor a las instituciones de enseñanza técnica y profesional para facilitar la transición de la escuela al trabajo, los aprendizajes de jóvenes y el perfeccionamiento profesional continuo, disminuyendo el énfasis que ahora se pone en la formación impartida en hospitales y universidades.
Para alcanzar el ODS 6 se necesitan mayores conocimientos especializados que permitan mejorar los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento. En el sector no se presta apenas atención a las cuestiones relativas a la capacidad humana. De los 94 países examinados, menos del 15% revisaron sus estrategias al menos cada dos años. La falta de financiación y de titulados especializados y la renuencia de los trabajadores cualificados a trabajar en las zonas rurales frenan el desarrollo de capacidades.
Para alcanzar el ODS 2 relativo a la seguridad alimentaria, son esenciales la educación y la creación de capacidad. Los agricultores más instruidos son más productivos, toman más medidas para mitigar el riesgo de cambio climático y adoptan más innovaciones tecnológicas. En Pakistán, los agricultores instruidos era más probable que regasen con bombas de agua mejoradas que utilizan fuentes de energía renovable porque saben hallar y utilizar mejor la información.
Los sectores de la salud, la agricultura, el agua y el saneamiento deben poner el acento en que los estudiantes finalicen los estudios como estrategia fundamental para alcanzar sus objetivos. Para progresar hacia la consecución de los ODS son asimismo necesarias acciones específicas que den la prioridad a la equidad en la creación de capacidad, la distribución de los trabajadores cualificados y las campañas de sensibilización del público.